Investigadores del Fraunhofer IGB, en Stuggart, han creado una Bio-tinta gelatinosa que nos acerca a la impresión 3D de diferentes tipos de tejido y órganos. La clave de este nuevo material es su base de gelatina, un derivado del colágeno y uno de los principales componentes de los tejidos humanos.
Los investigadores han conseguido mantener la gelatina en estado liquido (a temperatura ambiente se encuentra en estado gelatinoso), haciendo posible su manipulación por parte de la maquina. También pueden controlar la modificación química de las moléculas biológicas de manera que se pueden obtener tejidos con zonas más duras que otras y diferentes volúmenes.
Este nuevo material es un paso para la futura producción de órganos en impresoras 3D, pero el verdadero reto reside en que los tejidos permitan el paso del flujo sanguíneo.